La mamá de Sofía (6 meses de edad) me contactó porque ella había empezado a despertarse algunas veces durante la noche, todas las noches. Al charlar con la mamá entendí que habían algunos factores influyendo en su sueño.
Uno de los factores era la asociación que había creado Sofía entre los brazos de los padres y el sueño (siempre se dormía en brazos). Esta asociación hacía que Sofía, al despertarse durante la noche entre ciclos de sueño o por cualquier otra razón, tuviera que pedir ayuda (los brazos) para poder volver a dormir.
El primer paso fue ajustar la rutina de Sofía. En lugar de 4 siestas de 40 minutos, Sofía empezó a dormir apenas 3 y empezamos a volver a dormirla si se despertaba en menos de 1 hora en la siesta del almuerzo, asegurando que hiciera una siesta más larga a esta hora.
Después, la enseñamos a dormir sola en su cuna. Elegimos una técnica gradual en que la mamá se quedaba al lado de la cuna y levantaba a Sofía siempre que lloraba, pero la devolvía a la cuna cuando se calmaba. De a poco la mamá se fue alejando de la cuna hasta que logró poner a Sofía en su cuna, decirle buenas noches y salir de la habitación. En este momento Sofía ya se sentía bien segura en su cuna, se quedaba allí sola contenta y se dormía solita. A partir de este momento, Sofía ya no tenía asociaciones con el sueño y por lo tanto no se despertaba llorando y pidiendo ayuda para volver a dormir.
Por último, Sofía estaba muy bien de peso y tomaba el pecho 1 vez a la noche. Decidimos probar para ver si ella aún necesitaba mamar esta única vez y empezamos a reducir el tiempo en que tomaba el pecho a cada noche. Cómo Sofía seguía volviendo a dormir tranquila y despertándose a la misma hora de siempre, mismo tomando menos pecho, seguimos reduciendo hasta que Sofía logró dormir toda la noche sin despertarse para mamar. . . Paula Roitman
Pedagoga Especializada en el Aprendizaje del Sueño Infantil Magic Dreams

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