✔️ La fisiología no ayuda. Durante la noche, la melatonina aumenta en el cuerpo de tu bebé y el cortisol disminuye. La melatonina es la hormona responsable de dejarnos somnolientos, suele comenzar a aumentar alrededor de las 18:00 y volver a su nivel más bajo a las 6:00. El cortisol, la hormona responsable por despertarnos, alcanza su nivel máximo alrededor de las 8:00 y permanece relativamente alto durante el día, dificultando las siestas.
✔️ Puede ser que estés perdiendo la ventana de sueño de tu bebé. Los bebés tienen ventanas de sueño biológicas que son parte de sus ritmos circadianos y también ventanas de sueño físicas, que son momentos en que están cansados pero no agotados. Si perdemos esta ventana, es mucho más difícil colocar al bebé para dormir. Esta ventana suele variar entre 60 minutos para un recién nacido hasta 2-3 horas para un bebé de 8 o 9 meses de edad.
✔️ Tu bebé puede estar preparado para reducir el número de siestas que durante el día. El bebé recién nacido necesita 3-5 siestas al día y, alrededor de los 18 meses, solamente 1 siesta al día.
✔️ El ambiente donde el bebé duerme la siesta es importante. No sirve de nada intentar poner a tu bebé para dormir en el living con las cortinas abiertas y la TV prendida. Es mejor que llevarlo al cuarto oscuro y hacer un ritual para ayudarle a relajarse. Paula Roitman Pedagoga Especializada en el Aprendizaje del Sueño Infantil