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7 Consejos para hermanos que duermen juntos



En muchas casas, los hermanos comparten habitación.


Consejos para ayudarlos a compartir espacio sin destruir el sueño uno del otro:


1. Preparamos la habitación

No podemos evitar que nuestros hijos hagan ruido, pero podemos arreglar los muebles de forma que los movimientos de uno no despierten al otro. Lo ideal es que no haya contacto entre las camas. Si posible ponerlas en lados opuestos de la habitación. El ruido blanco es fundamental!


2. Nos tranquilizamos


¡80% de los niños logran seguir durmiendo en una casa con la alarma de incendio prendida! Es poco probable que uno se despierte con el llanto del otro.


3. Charlar con el grande


A partir de los 2 años y medio, los niños ya pueden comprender bien si les explicamos que el bebé se puede despertar pero que no hay problema alguno, que mamá y papá siempre escuchan y vienen a ayudarlo. Que si escucha al bebé llorando, puede seguir durmiendo. Podemos mostrarles, si usamos, el baby call.


4. Rutina


Hacemos lo mismo todas las noches. Por ejemplo, cena, baño, un cuento y dormir. Cuándo tenemos un bebé y un niño un poco más grande, podemos acostar al bebé antes del grande. Esta es una forma de dedicar tiempo y atención al grande una vez que el bebé se durmió. Recomiendo explicar al grande que el bebé está durmiendo y por eso hay que entrar a la habitación en silencio.


5. Nos anticipamos a las tácticas para atrasar la hora de dormir


Hay niños que son expertos en atrasar la hora de dormir. Mamá quiero agua, mamá quiero ir al baño, un poco más de agua, necesito mi peluche. y así pasan 30 minutos más. Con el bebé durmiendo en la habitación, no queremos que se despierte porque el hermano grita mamá o con el movimiento de entrada y salida a la habitación. Si el bebé se despierta y encuentra su mamá en la habitación, seguramente se estimulará muchísimo y le resultará difícil volver a dormir. Para evitar este problema, damos la oportunidad para que el grande haga todo lo que tiene que hacer antes de entrar a la habitación y pida todo lo que tiene que pedir. Le explicamos que a partir del momento que entró a la habitación, mamá le da las buenas noches y se va rápido para no despertar al hermanito.


6. Somos consistentes


Puede llevar un tiempo para que nuestros hijos se acostumbren a los cambios (1.-2 semanas). Además de paciencia, debemos ser muy consistentes para que todo les quede muy claro y puedan adaptarse a la nueva rutina con más facilidad.


7. Nos aseguramos de que nuestros hijos duerman bien


Los niños de 2-13 años suelen dormir profundo y no despertarse con los ruidos de sus hermanos, pero tampoco podemos esperar que un bebé que se despierta 5 veces durante la noche, llora para volver a dormir, no moleste al sueño de su hermano mayor. Si el grande tampoco duerme bien y tiene el costumbre de despertarse y pasar a la cama de los padres o pedir que vengan a ayudarlo a volver a dormir, tenemos una situación bien complicada para la noche de sueño juntos.


Si esta es la situación en tu casa y necesitas ayuda para cambiarla, mándame un mensaje!


Paula Roitman

Pedagoga especializada en el Aprendizaje del Sueño Infantil

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